MI HISTORIA CON LA DIABETES
Bueno pues toda esta historia puede comenzar cuando me cambié de escuela yo tenía 7 años y la verdad era una niña bastante activa, pero un día empecé a dejar de comer y comencé a tomar mucha agua, mi piel era tan blanca y transparente como el papel, tenía unas ojeras tan grandes que llegaban a al inicio de mi nariz y podían verse con claridad mis huesos, para que se lo puedan imaginar mejor es parecía que no tenía vida, dejé de jugar con otros niños y lo que hacían mis papás era acercar una silla con los niños para que al menos los viera jugar.
Mi abuela materna se dio cuenta que no era normal, porque yo le decía a mi abuela que sentía que me iba a morir y les insistió a mis padres que me llevaran al médico para que pudieran saber qué era lo que tenía, así que me pidieron hacerme estudios y análisis, a los que los médicos reaccionaron sorprendidos, dijeron que no era posible que siguiera con vida porque era para que estuviera en coma.
Empecé con el tratamiento, dejé de tener la necesidad de tomar agua en exceso, comencé a comer, lo único que me molestaba es que me empezaron a tratar diferente, decía que no me hicieran mucho caso para que no me enojara, observaban todo lo que comía o hacía. Yo nunca he sido alguien a quien tuvieran que estar vigilado, soy bastante obediente cuando me dicen que no haga algo porque me puede hacer daño, y esto me hizo sentir bastante mal.
Conforme pasaron los años siguieron con esto y cada vez que llegaba con aquellos que no entendían lo que tenía me gustaba porque me veían a mi y no la diabetes, el tener diabetes no es algo que me defina, como decía desde que era muy chica, únicamente es una manera de vivir mi vida no tanto una enfermedad.
Hoy en día la mayoría de las personas que me rodean me tratan con normalidad, pero cuando me encuentro con aquellas personas que me tratan de diferente manera me trato de poner en su lugar porque tratan de ser buenas personas al preocupase por uno, solo que al menos a mí no me gusta ser una preocupación más en sus vidas, porque ya sé lo que debo de hacer y cómo cuidarme.
Así que si es que conocen a alguien que viva con diabetes solo no lo traten como si es que tuviera un retraso o una discapacidad solo lleva una vida sana en la que lleva un control con respecto a su salud.
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